viernes, 18 de julio de 2008

Un poquito más de la autoestima


Me quedé con el post anterior.
Por las respuestas que recibí. Por las sensaciones que despertó.

Pienso en el tema de la autoestima como nudo ineludible de la estructuración de nuestro ser.
Habla de cómo nos miramos a nosotros mismos, de la valoración que "nos" hacemos.

Y a partir de esa mirada, nos movemos en esta vida, con los otros, con nuestras cosas cotidianas, con nuestros hijos.

Cuando no nos hemos sentido mirados como hijos de forma positiva. Valorados como necesitábamos, por la razón que sea, siempre nos queda en el bolsillo una cuentita pendiente que llevamos a cuestas, pero no nos asegura para nada el no poder desplegar miradas narcizantes, amorosas, generadoras de autoestima positiva, hacia nuestros hijos.

En esto es fundamental el lugar que cada uno ha sentido que ocupa en la familia de origen. Como es vivida su presencia, su "ser" en ese contexto vincular. Y desde allí, pensemos donde vamos poniendo a nuestros hijos en esta nueva familia que formamos.
En ocasiones la historia nos ayuda como motor generador de cambios. Arañamos en nuestros recursos para darle a nuestros niños lo que nos faltó, y vamos reparando algo de esa cuentita pendiente. Amigarnos con nuestra historia, cuando es posible, ayuda. Buscar y encontrar respuestas.
Yolanda en un comentario compartía el hecho de que su mamá no expresaba el afecto claramente porque nadie le enseñó, porque no tuvo mamá. Acercarnos al contexto desde donde el otro puede o no puede, ayuda a entender.
Cada uno desplegará el afecto, la mirada positiva hacia los hijos como pueda hacerlo, como salga. Ya el sólo hecho de cuestionarse ¿será suficiente? ¿Lo estaré haciendo bien? nos habla de que "algo" estamos implantando en ellos. Nos estamos cuestionando porque los queremos, queremos ser los mejores para ellos, queremos evitarles sufrimientos que hemos pasado y darles cosas que no hemos tenido.
Ya el pensar estas cosas, genera cambios.

Nos habla del lugar que ocupan en nosotros, y de lo que queremos darles.

3 comentarios:

KL@U dijo...

ME FASCINAN ESAS PALABRAS....cuanta verdad en cada una de ellas,hablamos siempre de eso con mi esposo ya que venimos de flias diferentes!!
Uno desea lo mejor para sus hijos pero cuàl es el lìmite?
Dicen que amor en demasìa tambièn daña!!
Como decias ENTENDER ayuda muchooo!!
Saludos

Marcela y Sergio dijo...

Entender es la cuestión.
Saber de dónde uno proviene, cómo fue criado y qué es lo que desea para los suyos.
Reparar la cuenta pendiente como lo indicás, conocer el límite para no perjudicar.
Saludos Nosotros

Verónica Tirados dijo...

Clau, que difícil saber lo que es mucho o demasiado en cuestiones del amor. El amor en si, nunca puede sobrar para un hijo, si pueden asfixiar o perjudicar otras cosas que algunos justifican desde el lado del amor. Así que a no escatimar nada de amor para ese bebito que viene.
Beso