jueves, 3 de julio de 2008

De la mala nota..


Noté que hubo algo del post "la mala nota" que llegó tanto a madres como a quienes no lo son. Quizás el tema de las exigencias y de la mirada del otro sobre uno pega, toca.
Me quedé pensando en algo que Silvia aportó, y que tiene que ver con los maestros, con la educación en general que está como en crisis. Y la variable de los maestros, los educadores, es muy importante, porque según la mirada que hagan ellos el niño se sentirá estimulado en el proceso de aprendizaje o no. El vínculo emocional que establezca el niño con el maestro y la evaluación que en ese contexto se haga de su desempeño, puede ser un eje y otra de las influencias importantes en su sentimiento de autoestima.

Algunas maestras repiten esta modalidad abordada en el post anterior de "marcar la falta, lo que no sale, los huecos" y no se acuerdan que reconocer logros al niño lo ayuda, lo estimula. He notado en ocasiones que los docentes y la Institución educativa en sí misma, pierden el ejercicio de mirarse desde la autocrítica. Recuerdo cuando en 4º grado de Eze, recibí cerca de 5 notas de la maestra que me decía que él no terminaba de copiar en clase y se distraía. En casa, las tareas se hacían y las pruebas estaban todas bien. La maestra nunca le preguntó a Eze que le pasaba, si se aburría, si no entendía, hizo una especie de "te acuso con tu mamá" y listo. Mi respuesta fue una entrevista en la que le expliqué que yo no podía estar en el aula para ver porque se distraía Eze ni resolverlo sola sin la mirada de quien comparte ese espacio con él. No sé si aclara algo este ejemplo. ¡Ojo! La maestra tenía un monton de cosas lindas y buenas, pero en ese caso faltó una mirada mas aguda de procesos que la incluían a ella. Nos pusimos a revisar juntas y ella hizo por su lado esta parte que faltó.
También he visto procesos en los que la maestra marca lo incompleto (con esa lapicera vvvverde) y cuando se completa y mejora no reconocen, no aplauden.
En ocasiones los padres no nos hacemos cargo tampoco de lo que nos toca, no escuchamos lo que nos dice la institución desde su óptica. Parece que la escucha la tenemos atrofiada ¿no?. Cómo si tuviéramos que defendernos, todo vivido en términos de quien gana y quien pierde, quien tiene razón y quién se está equivocando.
Y así vamos caminando, los papás aveces hacemos recaer todo en la institución, en la maestra, y lo mismo del otro lado. Entretanto, ¿que hay del niño?. Como le explicamos después que tiene que tener una mirada empática con los otros, hacerse cargo de lo suyo y demás.....Es un tema amplio y que refleja mucho de lo que nos pasa como sociedad: la culpa es del otro, yo cuido mi quinta y te marco los huecos así los míos no se notan tanto.

Da para seguir....

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