
Luisina cumplió años mientras estábamos de vacaciones.
Sabemos que los cumples traen recuerdos, las vivencias del nacimiento, los bebitos que tuvimos en brazos y que ahora parecen tan enormes...
Con Luisi siempre me pasaba que por todo lo que pasó cuando ella nació, su internación y lo angustiantes que fueron esos primeros días de su vida (ver post), era inevitable sentir una cosita adentro con ese gustito a lo que empañó la alegría de su llegada.
Pero el mar, que todo lo sana, nos hizo vivir un cumple diferente.

El 20 de enero de este 2010 que arranca me levanté tempranito, fui a la panadería y elegí esas cosas que se que a mi hija le gustan. Preparé un desayuno de cumpleaños para que los cinco festejaramos desde el primer momento del día.
Nos fuimos a la playa. Y la invité a caminar juntas. Nos fuimos solas por la orilla del mar. Llevamos la cámara de fotos, fuimos charlando.
La vi tan grande, caminando por el agua, buscando caracoles, sintiendo el sol y disfrutando.
Cumplió diez años. Y creo que recién me doy cuenta que los fantasmas de aquellos días de enero del 2000 no me acecharon este año, solo disfruté a Luisina en el mar...