lunes, 11 de agosto de 2008

Sin ganas, con culpa


"No tengo ganas. Y eso me da culpa."



Esto decía una mamá en los grupos de crianza, hablando de una sensación que muchas sentimos cuando nos toca sumergirnos en ese turbulento remolino de llevar y traer chicos todo el día para sus actividades, sin dejar de lado las propias, sean laborales, domésticas o ambas.

Lo cierto es que esa culpa, que mencionó esta mamá, tenía relación con una ecuación que ella hacía: si no tengo ganas, si me canso, soy mala madre.

Y, claro. Si compramos ese modelo de madre de publicidad, siempre sonriente y complaciente, arreglada, maquillada y disfrutando mientras sus hijos desarman la casa, el auto, o se ensucian por demás (total el jabón maravillosos todo lo limpia), el resto de las madres, las terrenales, las reales, somos un desastre.
Cada historia es única y no está bueno generalizar, pero si está bueno saber que cansarnos en la tarea de maternar, de cuidar bebés, de ser remisero todo el día, y estar atentas a las demandas cotidianas de atención de cada uno de nuestros hijos, es sano. Es sano, porque nos conecta con nuestros límites y necesidades. Es sano, porque podemos esclarecerlo, ponerlo sobre la mesa y mostrarlo. Dejar de esconder estas sensaciones y contarlas a los protagonistas nos hace jugar un juego diferente.
Porque en ocasiones nos pasa que por no decir, actuamos. Entonces el cansancio se traduce en un grito fuera de lugar a los chicos, una puerta del auto que se cierra de mala manera, una cara, una palabra, un apuro desmedido. Y entonces quienes empezaran a sentir culpa y a no entender, serán nuestros hijos.
¿Que puede pasar si les contamos a ellos que "hoy estoy como cansada de ir y venir y por ahí me pongo de mal humor, pero no es con vos" ó "tuve muchas cosas esta semana y estoy sin energías"?. Es poder transmitirles a nuestros hijos que todas estas tareas conllevan un esfuerzo y no para cargarlos, es mostrarnos como seres reales, con límites, con días buenos y malos. Si no lo hacemos, ¿como habilitaremos en ellos el lugar para encontrar sus propios límites y hablar de ellos?.
Se me ocurre que es una forma de simplificar, comunicar y poder permitirnos no poder, no querer o no hacer en algún momento dejando de lado esa culpa que a las madres se nos hace tan común andar sintiendo.

13 comentarios:

Charo dijo...

Es muy difícil, por lo menos para mí, ejercitarme en no exigirme tanto, querer estar siempre bien y, sobre todo, en aprender un diálogo distinto con mi hija, conectado con lo que sentimos. Digo distinto porque es algo que no aprendí de mis papás. Pero lo intento desde que nació. Ahora tiene 5 meses y cuando conversemos, supongo que será más fácil.

Verónica Tirados dijo...

HOLA Charo:
Pero es que estas puérpera!!!
Todo un tema. Es como vos decis, un ejercicio el no exigirse en tiempos de puerperios porque no siempreestamos preparadas para dejarnos vivir ese momento libres y en plena conexión con el bebé. Porque esa conexión implica desconexiones de otras cosas.
Paso por tu blog.
Besos

Verónica Tirados dijo...

Charo. Veo que no hay blog.
Te espero por el mio cuando quieras.

Kinshasa dijo...

Me encantas!!!
es cierto a veces queremos dar mas de lo que podemos fisica o mentalmente.....somos asi...y si no nos sentimos mal...siempre nos ha ocurrido en alguna ocasion....

Un besote
Teresa

Verónica Tirados dijo...

Hola Tere. Viste? Siempre queriendo dar más. Y lo que mas me sorprende de todas nosotras es como llegamos a quejarnos de tanta exigencia, pero un alto porcentaje es de nosotras mismas!!!

Marina dijo...

Es cierto... llega una hora del día que ya no doy más y me siento mala madre porque ya no teno ganas de jugar o seguir contestando preguntas y demás... en el momento reacciono, mal quizá, digo basta... pero a los 10 minutos me agarra la culpa... y me sieno mala madre... tantas veces... Es muy difícil no sentirlo...

Verónica Tirados dijo...

Hola Mari: y todas nos sentimos un poco malas madres. Si nos pudiéramos perdonar un poco y vernos como seres humanos ....a lo mejor nos sale ¿no?. Y es cierto que es difícil y nos pasa en todas las etapas de la crianza.

La Colo dijo...

Vero: Alcoyana, Alcoyana! Yo también pasé muchas veces por acá y no firmé. Me encantan tus post, para mi es como un libro de autoayuda. Yo tuve muchos problemas con mis post partos (hace muchos años ya) y muchas de las cosas que escribís me ayudan en el día a día. Así que me encantó doblemente tu visita, porque yo te admiraba y es un orgullo que te guste como escribo.
Un besote!

La Colo dijo...

Después del agradecimiento, comment numero 2. Referido a tu post, yo también tengo esa sensación de culpa, muchos días, se me hace difícil con un marido que tiene 3 trabajos (es periodista, no le queda otra) y dos hijos de distinto sexo y atravesando distintos momentos, como la adolescencia femenina y la "edad del pavo"? masculina, realmente hay días que me quiero fugar. Igual nunca lo hago, ja!

Xochitl dijo...

Ayy esté post me dio duro y a la cabeza!!!
Necesito terapia !!!!!!!!
Estas disponible??? ja !

Pau dijo...

Vero!
Cuando entro a tu blog siempre me siento identificada con algún post, y de alguna manera me siento acompañada con estas vivencias tan reales.
Como ya sabes estas tres ultimas semanas fueron fatales y me siento cansada...es raro porque se mezclan un montón de sentimientos, y a veces me pasa que no puedo pensar bien porque estoy tan cansada, trato de no hablar tanto para no reaccionar de mala manera ante algún comentario de algún familiar o con mi bebito y mi esposo por que se que el problema no son ellos, sino yo que estoy cansada y no quiero que estén mal por mi, no quiero trasmitirles mi estado, por que los adoro y los amo.
Y si, a veces me da culpa estar sin ganas para algunas cosas, y a veces digo que si auque este cansada.

Vero, gracias por pasar por mi blog y dejar tus palabras que siempre me hacen sentir bien, sobre todo lo que dijiste de que "es una etapa" jajjajaj GRACIAS!

BESOS

Espero que estes bien!

Verónica Tirados dijo...

Hola Colo: que bueno que al fin nos encontramos entonces ¿no?.

Has traído una sensación que muchas en ocasiones sentimos la de "fuga", deseos de escapar. Deseos un tanto virtuales si se quiere, porque no se concretan ni su fundan en un querer realmente dejar todo. Pero por un ratito, estaría bueno!!

Mi querida mexicana y fiel lectora del blog.
Que estuve leyendo el post para tu hija. ¡Que lindo!.
Lo de la terapia, podemos ver un turnito virtual!!! jajaja

Pau: claro que has estado desbordada estas semanas. Pero no te pongas solo vos en el centro de esta tormenta. Ellos no van a estar mal "por" vos. Todos son parte de una trama familiar y esto "les" pasa. No es un tema solo tuyo. Habrá que ver como reacomodar ciertos tiempos y cositas.

Besitos

Maisa dijo...

Y hasta con humor!! Cuando Manu se da cuenta que me estoy cansando, que la paciencia se agota y se paso de rosca, me dice: ¿Mami, se te esta por saltar la cadena?
Resultado: nos terminamos riendo!
Besos!