lunes, 25 de agosto de 2008

Hablar con el bebé


¿Cuantas horas pasa una madre hablando con su bebé?

No sé si tenemos ese registro. Habitualmente son muchas las horas y las palabras.
Hablarle al bebé suele implicar ir relatando para él todo lo que estamos haciendo. Contarles a donde nos vamos, por que lo estamos bañando, que ropita hemos seleccionado para vestirlo. Si estamos cocinando y por qué elegimos ese menú . . . Y más. Muchas cosas que a lo largo del día compartimos con ellos a través de las palabras. Y no somos concientes de lo poderoso de este "decir" para nuestros hijos.
No nos olvidemos que las palabras irán acompañadas de gestos, expresiones, tonos diferentes, caras que manifiestan emociones. Todos los elementos que le pondrán color a la comunicación con el bebé.
Me encanta este diálogo, aunque quien lo ve desde afuera puede calificarlo de monólogo por la simple razón de que el niño no nos contestará con palabras. Y hasta puede creer que estamos locas o aturdiendo al bebé de tanto relato.

Silvia Bleichmar, psicoanalista increíble, profunda, sabia y realmente conocedora de la formación de la estructura psíquica desarrolla mucho de esto en sus escritos. En su libro "La fundación de lo inconciente" habla de lo importante de:

"atribuir pensamiento al hijo, imaginarlo como un ser pensante poseedor de los mismos atributos de nuestro psiquismo. Esto que permite atribuir una conciencia a un otro. Capacidad y potencialidad estructurante, dará algún día al hijo la posibilidad de sentirse humano, de establecerse en el interior de su propia piel mediante lo que Winnicott consideró como "el sentimiento de sí".

"Es necesaria una madre que insufle amor en su aliento para que el cachorro humano devenga realmente humanizado, con conciencia de si y posibilidad de mitificarse a sí mismo".


Pienso en estos movimientos que van haciendo de nuestros hijos seres incluídos en el lenguaje con todo lo que esto implica. En movimientos que naturalmente se despliegan y que está bueno también saber lo importantes que son. En fin, algo simple que es en realidad complejo y fundante. Porque miremos que cuando vamos hablando con el bebé, le atribuímos naturalmente capacidades de comprensión y hasta intencionalidad de respuesta a través de sus movimientos y expresiones.
La obra de Silvia Bleichmar es de una profundidad teórica inigualable, a mi criterio. Lamentablemente ella falleció el año pasado, pero ha dejado un legado valioso para los que nos dedicamos al trabajo con madres, niños, a la psicología en general. Sus escritos son complejos con muchos términos teórico técnicos, y es por eso que no los transcribo habitualmente. Pero es desde su mirada que trabajo muchas cuestiones en el consultorio. Me ayudó a generar una mirada distinta en temas de crianza, a reconocer los procesos en los que el niño despliega sus propios recursos, sus síntomas particulares y entenderlos desde allí.
Agradezco siempre a Chiqui haberme acercado a sus textos y ayudarme estudiarlos.

19 comentarios:

Marina dijo...

Hola Vero... Por acá, como siempre, leyéndote...
Besotes y buena semana!!!

Charo dijo...

Lo que me resulta más difícil es hablarle de lo que me pasa, de lo que siento. Siento que me obliga permanentemente a interrogarme sobre cómo estoy yo y, por ende, a conectarme más conmigo misma, para después poder ponérselo en palabras.
Super interesante el tema. Cuánta gente trata a los bebés y a niños no tan bebés como tontos o como incapaces de entender nada!! Sin embargo, esas mismas personas los suelen considerar capaces de mil y una consignas tendientes a que se adapten al mundo de los adultos (ej. lo que contabas en otro post sobre la noche).
Muy lindo leerte!! Gracias.

Charo dijo...

Rectifico el comentario anterior que quedó mal redactado: los consideran capaces de cumplir mil y una consignas tendientes a que se adapten al mundo de los adultos.

Verónica Tirados dijo...

Mari. Buena semana para vos también.
(Y no peleen más)ja
Besos

Charo. Me encanta ese otro nivel que introducis en el comentario, el de contarles acerca de lo que nos pasa, el interrogarnos y conectarnos con nosotras. Es necesario, importante, esclarecedor.
Voy a ir armando un post sobre ese tema...

Besos. Y gracias por tus aportes permanentes.
Vero

Astrágalo dijo...

Cada vez que te leo, mi alma recarga tranquilidad, hablar con el bebe me ha encantado, acabare siendo adicto a tus letras, necesitare mi dosis para serenarme.

Un besito astragalin.

Verónica Tirados dijo...

Bueno gracias por tus palabras. Te espero por aquí.
Vero

Gilda dijo...

Vero, que lindo lo que decís. Te cuento mi experiencia. Yo le hable a mi hijo cuando estaba en la panza, cuando nació, los meses de licencia le hablaba sin parar. Le hablo ahora que tiene casi 3 años. Le cuento, le explico. No se si me entiende todo, pero un día que yo estaba nerviosa, el se acercó y me dijo ( hace poco, claro), mamá estas nerviosa? ese día me morí, el se dio cuenta de todo.
Muy interesante el post.

Besos.

Verónica Tirados dijo...

Gilda, me encantó. Es ese captar de nuestros niños. Saben, sienten, escuchan. Forman parte y así debe ser...Gracias por compartirlo.
Vero

KL@U dijo...

VERO VAMOS BIEN ENTONCES CON THIAGO SI YA LE LEEMOS ESAS FABULAS JAJAJA!!
POBRE HIJO!!
MUY LINDAS PALABRAS,ME ENCANTO EL POST,GRACIAS POR SEGUIR PASANDO POR MI BLOG!!

Verónica Tirados dijo...

Clau, como no pasar por tu blog? si yo quiero saber como sigue Thiago y como vas vos.
Y claro que van bárbaro con la lectura de las fábulas. El niño agradecido.

Besos
Vero

Silvana dijo...

A Emilia le hablo mucho, muchísimo! Hasta le hago preguntas, ja, ja!
Durante el embarazo le tarareaba siempre la misma canción. Ahora, cuando llora, muchas veces se calma si la vuelvo a tararear. Cuando la baño y llora, la tarareo y sonríe!

London dijo...

Hola Vero, gracias por tus animos y tus consejos.

Estoy totalmente deaceurdo contigo, yo le hablaba muchisimo a Aitana desde que estaba embarazada y aun sigo contandole todo lo que hacemos y explicandoselo bien. No es de extra;ar que mi hija hable muchisimo y tenga muy desarrollado el lenguaje para su edad. Besos

beetle dijo...

Hola!

Primera vez que vengo a tu blog, me gusto mucho. Hay mucho que leer y me pasare un tiempo para poder revisarlo, pero sin duda lo hare. Igual no quise dejar de comentar.

Tengo un niño de 2 años y hace 4 meses, cuando nos mudamos, tambien se desajusto por completo. Hoy en dia camina por la casa con plena libertad y completamente relajado.

Lo de Alejo caminando de la mano con su amiguita me habla de las experiencias que me fantan por vivir....

Gracias por compartir tus vivencias!

Xochitl dijo...

Cuando mi hija nació yo no paraba de hablar con ella en el hospital, mi compañera de cuarto me dice con cara de fastidio "es tu primer hijo no?". Noté que ella estaba cansada de la vida como si su hijo -que a obvias luces no era el primero- mas que una bendición fuera una carga. Pensé lo que muchas mamas primerizas dicen "no se si podré querer igual al segundo" y cuando estuve embarazada de mis gemelos pensaba que no podía amarse tanto a alguien que aun ni siquiera nacia. Y si, volvería a hablar con ellos como si fueran los primeros.
Un beso

Jorgelina dijo...

Es una relacion magica.
Un beso

Verónica Tirados dijo...

Sil: sólo falta que Emilia te conteste ¿no?..me encanta cuando reconocen las melodías, como se calman, es realmente mágico como dice Jorgelina.

Laia, para nada es de extrañar, no te conozco pero apuesto a que hablas mucho, y nuestras hijitas mujeres reciben esta herencia netamente femenina!!

Beetle. Gracias por tu visita. Bienvenida al blog. Me alegra mucho que compartas tus experiencias en este espacio.

Xo: que ternura!! Me lees los pensamientos porque estoy armando un post sobre los segundos ..
Y se nota tu diálogo con tu hija, una diosa ella, me mató lo del post de la notita en el sandwich...

Besos a todas..
Vero

Pau dijo...

Vero, GRACIAS por acordarte de mi sos muy atenta!

Últimamente no me queda tiempo para nada, pero paso a paso me estoy o mejor dicho "Nos estamos organizando" jajjajaj y nuestra rutina es mas normal. Obviamente que Luca esta en una etapa bastante terrible y hay que estar re pendiente de el y eso hace que uno no pare, pero ya le estoy encontrando la vuelta al tema.
Gracias otra vez Vero!

Me encanto el post, creo que es fundamental que les hablemos a nuestros hijitos!

Cariños y espero que vos estes bien!

Verónica Tirados dijo...

Pauli. Qué bueno saber de vos. Espero que ese acomodarse te este haciendo bien...
Besos.
Vero

Jime... dijo...

Vero, gracias por abrir el intercambio... no conocia tu blog, que pena!... porque ahora tengo mucho para leer todo junto!!! jajaja Y no porque TENGA que leer sino porque fui post a post y todos me resultaron interesantes y reflexivos y bueno, dejé para seguir después :)

Yo les hablaba cuando estaban en la panza (tengo dos hijos), les cantaba mas que nada y acariciaba la panza... cuando nacieron les seguí hablando y explicandoles todo, lo que me pasaba, lo que pasaba a los demas, los lugares, etc... Y fue mas que nada un gran aprendizaje para mi, de detenerme a pensar bien, a hilbanar, a encontrar palabras suaves y sobre todo a ponerme en el lugar del otro: en este caso bebes, seres puros e inocentes, una hoja en blanco, toda una responsabilidad... y así aprender o descubrir de mi capacidad de expresarme y empatizar... como siempre digo: ellos son mis grandes maestro.
Me encantó el blog, las propuestas, las reflexiones y el lugar para el dialogo. Un beso y paso a leerte.