miércoles, 22 de abril de 2009

Mirar al sol..


Vino de Uruguay mi abuela Gladys.

Alejo entonces me preguntó por mis abuelos. Le conté que mis dos abuelos habían muerto.
"¿Se murieron?" me preguntó como sorprendido y poniendo ojitos de cosa que mucho no le gusta.

"Si, estaban viejitos"

"Pero los niños no somos viejitos...¿no?"

Se va conectando con estas cosas de la vida que nos movilizan a todos. La muerte es parte, y los niños la van descubriendo a medida que en los relatos familiares se habla de ella, o que algún familiar cercano o mascota se mueren.
A la vez buscan defenderse de la idea de que eso podría pasarle a ellos o a las personas que los rodean.

Y al incorporar estas cosas crecen, van tomando noción de lo que los rodea. Como personalmente no practico ninguna religión trato de hablarle de estos procesos como naturales, como cosas que pasan.
El tema de la muerte angustia y cada uno se va conectando como puede y a su tiempo. Me gusta sobretodo poner el foco en todas las cosas lindas que tenemos por hacer y disfrutar.

En realidad es algo que ninguno de nosotros por mas adultos que seamos, tenemos elaborado del todo, siempre genera sensaciones movidas, ansiedades, angustias...

Los niños preguntan, sienten curiosidad y angustia frente al tema de la muerte, y lo mejor que podemos es responderles de manera clara, cada uno desde sus creencias y su forma de enfrentar el tema. Lo importante es no evadirnos, no negar, no dejar sus preguntas sin respuestas.

Y acá es donde siento que es muy fuerte lo que se nos genera con los hijos, sus preguntas, sus movimientos internos frente a cuestiones existenciales, porque nos hacen pensar, repensar, reacomodarnos frente a temores propios, a cuestionamientos que nosotros mismos no tenemos resueltos..
El libro "Mirar al Sol" de Irvin Yalom, me ha ayudado mucho en la mirada propia acerca del tema y en la que voy compartiendo con mis hijos a medida que preguntan.. Una cita del libro como regalo:

"No demos por sentado que enfrentar la idea de la muerte es demasiado doloroso, que pensar en ella nos destruirá, que debemos negar la transitoriedad para que esa verdad no vuelva insoportable nuestras vidas. Tal negación no es gratuita: empobrece nuestra vida interior, nubla nuestra visión, embota nuestra racionalidad. En última instancia, el autoengaño siempre termina por cobrarse su precio."

13 comentarios:

Evohé Mar dijo...

gracias por tu opinion y consejo.gracias de nuevo por recomendarme una lectura, me encanta leer. veo que tod@s antes o despues tenemos que explicar la muerte a un niñ@. yo soy de tu opinion ,hay que intentar hablarles con naturalidad y con la claridad suficiente para cada edad y no confundirles.muchas gracias por tus historias son muy tiernas

Maisa dijo...

Es maravilloso ese libro de Yalom. Lo estoy terminando y volver a releerlo ayuda más aún.
Gracias por compartirlo!
Beso grande Vero!

Monica dijo...

EL OTRO DIA EL HIJITO DE UNA AMIGA ( QUE POR CIERTO NO ES PARA NADA DEVOTA DE RELIGION ALGUNA ) LE DIJO QUE UN AMIGUITO EN EL COLE LE CONTO QUE HABIA QUE CREER EN DIOS PORQUE ASI SU ABUELITO NO SE MORIA....
NADA MAS ALEJADO Y DISTORSIONADO DE LA REALIDAD Y DE LO QUE ES AUN PEOR: DEL DOLOR. PORQUE SU ABUELITO SEGURAMENTE VA A MORIR Y ESTE NIÑO NO VA A ENCONTRAR DIOS AL CUAL RECLAMARLE ALGO...
NO ENTIENDO PORQUE LOS PADRES NO SE HACEN CARGO DE EXPLICAR CON VERDADES, CON REALIDADES Y NO AMPARARSE EN FANTASIAS QUE POCO TIENEN EN QUE SUSTENTARSE Y QUE TARDE O TEMPRANO SE DESVANECEN EN UNA REALIDAD MAS DOLOROSA AUN....
BESITOS
MONI

Verónica Tirados dijo...

Hola a todas.. Moni, muchas veces pasa por los propios temores´de los adultos, no pueden mirar ellos la muerte, lo finito, entonces los moviliza hablar de eso. Se refugian en fantasías muy infantiles acerca del tema y generan este círculo en el cual los niños estan mas confundidos.

Beso

BLAS dijo...

Hola Vero! Hace poco se habló en uno de los blogs de los que también soy asidua, del tema de la muerte a la hora de comunicárselo a los niños. En este caso se trataba de cómo Andersen finalizaba los cuentos y de si había o no que suavizárselo a los niños como ha hecho Disney en algunas de sus versiones (caso de la Sirenita). Yo soy partidaria de que a los niños se les cuente todo, acercándolos lo más suavemente posible a la realidad, para que no se peguen el golpe del tirón, y creo que tal cosa hay que hacerla dependiendo de la edad que tengan. Me parece que un niño de tres años no puede entender el tema de la muerte como un niño de cinco o seis... Me pillo el título del libro a ver si lo encuentro también por aquí. Saludos!!

Xochitl dijo...

Vero, Frida la primera vez que enfrentó la muerte tenía 5 añitos, se murió su perrita. Le lloró mucho y le expliqué que Magenta (así se llamaba) estaba feliz corriendo en el cielo de los perros. Tuvimos que llevarla a un lugar despoblado y tapar con tierra a su perrita, hasta la fecha cada vez que pasamos cerca le grita "adios magenta!!"
Creo que el haberle dado importancia a su dolor le ayudó mucho a manejarlo y al igual que cuando perdí a mis bbs, ella aunque le dolió lo tomó con buena filosofía, entendió, como bien dijiste que la muerte forma parte de la vida.
Un abrazo !

Kinshasa dijo...

Yo siempre tengo un lema con mis hijas...es mi norma increbantable..no metirles ni adrnarle las cosas...tampoco es que le vaya a decir las cosas como se les dice a los adultos pero si adecuado a su edad.

Un besote

Teresa

London dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en intentar contarle a los niños las cosas como son porque sean o no creyentes los procesos biológicos no tienen explicación y van sucediendo. La muerte es inevitable y deben entender que es algo normal, al igual que nos produzcan sensaciones de angustia, dolor, tristeza...

Astrágalo dijo...

Yo creo que siendo niño la muerte siempre esta en un segundo plano, según se crece en edad y conocimiento se le coje miedo y se intenta no pensar en ella, la asimilamos como el final de todo, no como el comienzo de algo nuevo.

Un saludo.

tia elsa dijo...

Cuando mi marido Franco enfermó de cáncer, Dami tenía 5 años. Si bien delante de él nunca se habló, evidentemente algo le llegó porque empezó a tener mucho temor a la muerte. Terminó con una psicóloga amorosa que lo ayudó a superar su temor. A mi la verdad me superaba porque yo estaba muy mal pero gracias a Dios Franco está bien y Dami libre de su angustia. Besos tía Elsa.

Monica dijo...

ENTIENDO VERO...QUE DIFICIL ES RELACIONARSE CON LA IDEA DE LA MUERTE, AGRADEZCO PODER TOMARLA DE UN MODO MAS NATURAL, TAMBIEN TENGO QUE DECIR QUE NO HAN PASADO POR MI VIDA DEMASIADAS EXXPERIENCIAS CON LA MUERTE, CON LO CUAL ES HIPOTETICO DECIR QUE MANEJO EL TEMA, CUANDO POCO HE PODIDO APLICARLO A LA REALIDAD...
BESITOS
MONI

Anónimo dijo...

En algunos relatos míticos griegos se dice que los dioses nos envidian (a nosotros, a los humanos, mortales, finitos) porque tenemos el don de la muerte.
Euge

Marcela y Sergio dijo...

Todo un tema para enfrentarlo de adulto más aún de niño. Ir de frente, con la verdad, diciendo las cosas cómo son siempre acorde a su edad nos parece correcto.
Siempre es grato pasar por acá
Saludos Nosotros