miércoles, 18 de noviembre de 2009




25 años de la escuela Juan Mantovani, donde cursé el secundario.
Donde aprendí a conectarme con el arte, el teatro, los libros. Donde ser la primera promoción del secundario era el estímulo perfecto para que cada profe desplegara todos sus recursos para transmitir, generar, acompañar.
Donde los timbres no existían, las reglas las armábamos entre todos y "El Goyo" (dueño y director) se sentaba a la par nuestra para charlar de algún conflicto o pedido nuestro.
Donde hacer clases al sol y con música era una costumbre.

Y volví con mis hijos después de 20 años. Y me acompañaron sabiendo todas esas cosas que me gustan de esa escuela, y saludaron a Goyo, y compartieron todo el día con mis compañeros, y nos vieron emocionarnos al abrazar a los profes. Y fueron parte de esa fiesta, la hicieron propia.

Y les agradecí, porque ahora que son mas grandes, que entienden de estas cosas, se involucraron en algo mio, lo compartieron. Y ese fue el mayor regalo del domingo de festejo. Gracias!!

3 comentarios:

Kinshasa dijo...

Que bonito poder compartir con ellos esos momentos y que ellos puedan ver con sus ojos lo importantes que fueron esos años!

Besotes

Teresa

tia elsa dijo...

Es tan lindo compartir estos momentos con nuestros hijos, sobre todo cuando tienen pleno entendimiento. Me alegra que lo hayas vivido con tanta plenitud y felicidad. Besos tía Elsa.

Johana dijo...

Vero, tu colegio se parece en muchas cosas al que fue mi colegio. En el estuve desde primero de primaria hasta 4to de bachillerato (ultimo ano). Tenia un aire muy familiar, pequeno y acogedor.

Abrazos!