Desde que supe lo de Cerati se me atravesó un nudo en la garganta.
Una tristeza que tiene que ver con lo que los artistas nos regalan, nos transmiten.
Gustavo Cerati no es alguien que pertenezca a nuestra vida cotidiana. No lo vemos a diario, no charlamos con el, no lo extrañamos cuando no lo tenemos cerca.
Pero Gustavo Cerati formo parte, sin saberlo, de la vida de muchos de nosotros a través de su arte, de su música, de sus letras. Quienes escuchamos Soda Stereo en nuestra adolescencia, bailamos, cantamos, fuimos a recitales. Quienes nos sentimos tocados por "te para tres". Quienes lloramos cuando se separaron, quienes nos sorprendimos con "amor amarillo". Quienes nos alegramos con los grammys, quienes cantamos con el reencuentro. Tenemos ese pequeño permiso para sentirnos tristes por el.
Y quiero compartir esta versión de "Zona de promesas", una canción conmovedora que a mi me emociona. Como escribió Françoise en su link: tengo ganas de llorar. Pero tengo mas ganas de que de alguna manera estas cosas que Cerati nos ha generado como artista, se transformen en buenos pensamientos y energía que lo ayuden a mejorar..
1 comentario:
Son muchos los que están tristes y como bien dices esas buenos deseos tienen que llegar. Hermoso tu post. Besos tía Elsa.
Publicar un comentario